Petroff solo quiere bailar

Anoche salí del teatro con una gran sonrisa que todavía me dura. Perros en Danza nos presentó ayer "Petroff Sólo quiere bailar (Coreografía panfletaria para momentos de crisis). Manuel Cañadas bailó acompañado de una amiga de pelo rubio y rizado, muy cuca y pedante y otro amigo al que le daba vida propia.
Petroff no podía hacer otra cosa que no fuera bailar. Por nada del mundo se quedaba quieto un instante, es más, ¡no sabía estar parado!. "¿Por qué no paras?" eso lo tendrá que averiguar el público.
Petroff creaba su mundo ficticio, su público y su música. Él era quien mandaba en su mundo particular.
Al final, el público se levantó de sus asientos porque Cañadas consiguió erizarnos a más de uno el bello.
Hoy continúa el festival. Nos sumergimos en el penúltimo día de danza. La compañía malagueña que tenía prevista hoy su representación no podrá actuar pues la primera bailarina ha enfermado. Pero no pasa nada, habrá sustitución. Otra compañía (cuyo nombre no recuento) también de la capital de la Costa del Sol.
No es necesario aclarar que no soy crítico (y menos de danza) pues apenas me estoy introduciendo como espectador en ella. Lo que he estado haciendo durante todo el festival es transmitir lo que he sentido en el patio de butacas (que no ha sido poco). Si queréis conocer críticas con fundamento sobre "Petroff..." visita éste enlace y accederás a la ficha técnica del espectáculo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario