Querida Prima Vera

Hace ya algunos días que entró la primavera en casa. A pesar de todo es una de las épocas más esperadas por mi (después del verano). El sol renace, las nubes se levantan, los pajaritos cantan... ¡Explosión natural! Y explosión anímica y moral, por supuesto. En primvera todo cambia. Después de la tempestad llega la calma, sobre todo después de éste invierno lluvioso y frío. Se agradecen los cafés en la terraza de casa.

Éstas son dos fotos de las vistas de la terraza del piso. Enla pimera la maravillosa catedral de Jaén y en la segunda, el Castillo e Santa Catalina y su cruz con el barrio de la Magdalena a sus piés en un día de primavera.

Pues bien, anímicamente, como digo, tod está perfecto. Quizás sea ver el ambiente de la gente por la calle, o las terrazas típicas de San Ildefonso y Las Fuentezuelas con ese olorcito a tapa y tinto de verano lo que me alegra. También será que la lluvia y el mal tiempo me adormecen. En cuanto al estdo físico ¡Dios mio! Qué terrible. Vuelvo, como cada año, a caerme por las esquinas, casi a derretirme como un flan. Parezco una gelatina Royal. Así que ya he comenzado a tomar el suplemento vitamínico típico de éstas fechas. ¡Qué bien! Al menos podría comenzar a comer mejor pero.. llego demasiado tarde de Granada y no me apetece mucho hacer la comida y menos prepararla por la noche. Quizás deberíaplantearme seriamente el llevarm un Tapper a la agencia y comerlo allí. Menos mal que aún me queda el deicioso café, que en éstos días de calor (aunque mañana lloverá) sabe más dulce y rico todavía.

Y hablando de café: tengo unas ganas horribles de tomar un café en la playa. No me importaría ir a Málaga o Granada un día (ida y vuelta) sólo para un café o tapa en Benalmádena o Motril. Si finlmente Rubén y yo no poemos ir con mis padres a Cazorla elpunte de Jueves y Viernes Santo, le pediré por favor que me lleve. Aunque sea conduzco yo, me es indiferente.